Carmelopoli

miércoles, 18 de marzo de 2009

Confiansa política

Yo no podría sé político. No lo digo solamente porque yo tenga vergüensa, no valgá pa mentí, tenga prinsipio y quiera a mi tierra. Eso son detalle secundario. Yo no podría sé político porque a mi me gusta fiarme de la gente, contarle a mis amigo, a mi gente las cosa que me pasan y si tú ere político tiene que tené cuidao con las cosa que lo demá saben de ti, porque despué la ve en el periódico escrita y en la arradio tol mundo opinando.


Es que siendo político no te puede fiá ni de tu sastre que tú le dise que le ponga una mijita de señidó, que tú carga pa la derecha o que las manga de la chaqueta te quedan larga y al cabo de los mese eso es vó populi, que pa que los que prefieran el griego al latin y el SPQR de las prosesione lo traduscan por San Pedro Quiere Rosquilla, quiere disí que se han enterao hasta los sordo de Astillero. Y que no te se ocurra disirle al sastre que va a vení un amigo a pagá el traje, que entonse la cosa es portada de tó los periódico. Aunque se lo pague en billete de quinien, que por lo visto los amigo de los político no llevan cambio suelto.

Eso que yo no tengo sastre pero a mi no me haría ni una mijita de grasia que el gitano del piojito en donde mi Chari me compra las camisa contara que yo una vé me compré una camisa vaquera de esa que en vé de botone llevan broche. Aquello fue un erró que yo puedo reconosé, pero que no es pa ir contándolo por ahí. O enterarme que Amalia ha ido a vé a Garsón a disirle que los calsonsillo que yo uso son los de Complicity with you y que eso hasen una jartá de pelotilla en la parte de los huevo.

Pero ni de tu sastre, ni de tu mujé te puede fiá siendo político. Cuando mi Chari se cuela en mi casa con un coche nuevo, si el coche es un Corsita yo le pregunto quién le ha regalao ese mojón, pero si se cuela con un Yagua o un Ferrari ni le pregunto ni ná, porque eso es lo má normá en cualquié casa del mundo. Es verdá que lo de los coche es un gran poblema pa los político. Si te compra un coche de eso de los sirculito con un par de estra y dó detallito má, cuando echa cuenta ná má que te ha costao ochenta mil leuro y todavía hay gente que protesta.

Con las amistade también tiene que tené cuidao. Si un empresario te invita a su yate a dá un paseito y pegarte un bañito, seguro que uno de los camarero ha cogio la cámara pa haserte unas afoto y despué en los periódico salen hablando de tráfico de influensia, cuando normalmente en los yate nunca hay tráfico. Tó eso sin contá con la posibilidá de que el gachó ese que te encuentra en cada esquina cuando te va de viaje a Venesuela no sea un espía pagao por un compañero de tu partio pa descubrí si le echa sacarina o asuca al café y si prefiere los cubata con dic o con rive.

Porque la vida de los político es mu complicá. Ya se ha descubierto que no pueden ir ni a casá. A mi en verdá lo de no irme a casá no me procupa, porque en Cádi irse de casa sólo puede sinnificá mudarse. De toas forma, yo eso lo compararía con irse a mariscá o de pesca y si cada vé que yo me vi a pescá me tengo que procupá de no encontrarme a alguien que conosco tendría que dejá mi caña del paí tan abandoná como la obra del Olivillo.

Este contró político es una cosa que viene de lejo y hasta en nuestro Ayuntamiento tenemo esperiensia. Por ejemplo, lo que le pasó al pobre de Carlo Mariscá con el gachó que llevaba la barra del Falla. Él le dejaba las fastura firmá pa que ya la fueran rellenando y al nota de la barra no se le ocurrió otra cosa que ponerlo en el Diario y no vea la que se lió cuando Carlito lo único que había hecho era convidá a la gente que lo apresiábamo. Desde entonse se acabó el chollo de la barra.  Algo paresio le pasó en su época al Medina Bastardi, que llamaba a las línia caliente con el teléfono del Ayuntamiento pero no esperaba que en Telefónica le pegarían el chivataso y tol mundo se enteraría de que el gachó mojaba meno que el novio de la Duquesa.

Los político de ahora ya están mejón preparao y no tienen eso poblema. Pero eso yo creo que lo mejón es dejarlo a ello que saben cómo montárselo pa que nunca les cojan en un renunsio. Y es que en España no hay manera de descubrirle un escándalo a un político.

2 comentarios:

Jorge S. dijo...

Cada día me gusta más el blog este, no veas que lote de reir. Espero que no te aburras pronto

Sofista dijo...

La política ya no es lo que era.
Ya no te puedes fiar de ellos, ni siquiera ellos se pueden fiar de ellos mismos...

Buen post :D

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