Carmelopoli

jueves, 9 de julio de 2009

Gripe H1N1

Parese que fue ayé cuando el Angelin me lo preguntó: "Carmelo, ¿tú cré que la gripe esa mejicana nos afestará? No a nosotro dó, sino a Cádi. ¿Tú cré que la gripe mejicana afestará a Cádi?" Hase tiempo de aquello porque era la época en cuando la gripe esta no tenía nombre de disparo de los barquito sino de paí o de bicho comestible. Pero incluso en aquellos momento yo tenía clara la respuesta:


- Sí, Angelín, la gripe cochina nos afestará, llegará a Cádi y nos afestará a nosotro, porque ya sabe que tó lo que afeste a Cádi, al meno a mi, me afesta, que Cádi es mi segunda pié.
- Y la mía, y la mía -completó Angelín ante el riesgo de sé considerao poco gadita por la forma en que había efestuao la pregunta.

Es lo bueno de tené un cuñao como el Angelín, que no pierde tiempo en pensá por sí mismo, sino que me pregunta y asesta mi opinión. Aunque aquella vé discutió un poco mi presagio porque disía que de Cádi a Méjico había mucha distansia y que en Cádi apena había mejicano. Pero yo ya se lo espliqué en su momento:

- Angelín picha, lo primero es que no te se puede olvidá que en Cádi hay dó resturane mejicano y el viru este se contagia por la boca. Fueraparte de que Cádi es destino mundiá de viajero y turista que están deseando vení y alguno de eso puede traé el viru de Méjico pa acá, eso es un viru de gran alcanse espansivo que va a salí de Méjico y va a ir bajando, bajando, pasando por Colombia, Bolivia y Argentina. Y ahora no me vaya a disí que en Cádi no hay argentino, que hay un puñao, empesando por el Consulao y siguiendo por la estatúa del Generá San Martín.

No es que yo me alegre de habé asertao la predisión, pero era cuestión de tiempo que en Cádi se representasen los primero caso. Y ahí está las catorse enfermera del Hospitá de Puerto Reá y una del Puerta del Má contagiá porque fueron a una fiesta en la que había un gachó que venía de la parte del sú de América. No me quiero imaginá yo cómo era esa fiesta, pero quinse gachí contagiá por un gachó suena a despedia de soltera y a que el gachó repartió má líquido personá del que pensaba repartí. O al meno distinto. No sé si me esplico, pero quien haiga visto una despedia de soltera o una fiesta con boy sabe a lo que me estoy refiriendo, que despué somo los tío los que quedamo de golfo y satirone, pero no hay ná má peligroso que quinse gachí enserrá en la misma habitasión que un gachó al que le mide el viru má de quinse sentímetro. Al finá, los resultado ahí están: las quinse contagiá.

Lo que yo no esperaba era que el viru, ademá de bajá de Méjico pa abajo, también desafiara las leye de la gravedá y fuera de Méjico pa arriba, hasta los Estado Unido. Pero ese suseso ha servio pa confirmá mi predisión de que si el viru afestaba a Cádi me afestaba a mi personalmente. La prueba la tuve ayé despué de comé cuando sonó el teléfono. Lo cogió mi Chari porque yo estaba preparándome sicológicamente pa ir a La Caleta tumbao en el sofá.

Evidentemente, no pude escuchá la conversasión pero sí escuche la parte de mi Chari "Díga... Ahhh, hola, hija ¿qué pasa?...No me diga... Sí, sin poblema ninguno... No, esa ya no está...Que no, que Carmelo no pinta ná en esto... Seguro... Esta tarde me queo asquí esperándote... Vale. Un beso. Tes quiero mucho..." Si no supiera que a mi Chari lo de magrearse con una gachí le da el mismo asco que magrearse cormigo, me habría pensao que tenía una quería. Pero no podía sé. De toas forma intenté confirmá la llamada:

- ¿Quién era? -le pregunté cuando colgó el teléfono.
- Ná que sea asunto tuyo -me dio en una de las respuesta que ella tiene en el manuá de cómo respondé al Carmelo, primera y segunda parte. Como sabía que por ahí no le iba a sacá ni una palabra, ataqué por el flanco débi.
- Yo me vi a la Caleta, no vaya a sé que lleguen tus amiga primero con el rollo del bingo y despué no me dejan ponerme en nuestro sitio y me mandan pa la parte del Clú Marte con lo poco que me gusta a mi aquella sona.

En verdá toa esa retajila se la conté pa recordarle que era miércole y que habían quedao toa a jugá el bingo espesiá de los marte con doble premio por cartón. Entonse le lansé la pregunta envenená:

- ¿Tú te viene o te quea? - se lo pensó un rato y al finá me respondió
- Me queo, que tengo que planchá.

Era la escusa má mala que me podía dá. Mi Chari no plancha en verano desde el año ochentiuno. Si yo en verano má má que uso camiseta del Cádi porque esa no hase falta plancharla y las de tirante de abanderado piojitero, que esa aunque haiga falta, mi Chari no las plancha. Algo me quería ocultá, asín que yo me desidí a siguí un plan prestablesio e infalible. Hise como que me iba, pero me quedé en la masetilla escondio esperando que llegara esa visita que estaba esperando mi Chari. Lo malo fue que me quedé un poco traspuesto en los escalone de mi masetilla y sólo me disperté cuando se serró la puerta de mi casa. Trá la puerta se escuchaban abraso, beso y mi Chari desía "Ay, qué gana tenía de verte. Ay, cómo te he echao de meno..."

Me empesaba a procupá que la pertenensia de mi Chari al clú de fans de la Pantoja, le hubiera llevao a que le gustara también el tema de las tortilla de papa con la María del Monte. Del tirón, cogí la llave, abrí la puerta y grité estrañao:

- ¿Tú que hase asquí?

Era la Vane, que estaba en casa. Pero no estaba de visita sino que traía un peaso de troli que habría cabio ahí toa la ropa que se pone Cristiano Ronaldo un año entero. Bueno, quisá solamente un sábado por la tarde que el Cristiano tiene un poco de pinta de mondrigón y de cambiarse de modelito má que la Anita Obregón. Por sierto, ¿habrá lío Ronaldo Ana Obregón? Bueno, que me desvio. Mi pregunta fue inmediatamente respondía por mi Chari.

- Es mi hija y ha vuelto a su casa, pa quearse. Y si tiene algo que ojetá, coge la puerta y te va.

Por supuesto, no ojeté ná por dó rasone. Una, porque yo lejo de mi casa no sería ná y dó, porque mi casa sin la puerta tampoco sería gran cosa. La Vane, calmó un poco a su mare y me esplicó la situasión:

- Es que los americano de la base están en alerta yelou por lo de la Gripe H1N1 y han mandao a tós los militare a sus casa.
- Y ¿tú te ha venio pa no contagiarte del Pite? -le pregunté.
- No, yo me he venio porque el Pite llevaba cuatro día en casa sin salí y es insoportable. Ademá, como le han recomendao que no haga esfuerso, po de triquitraque ná de ná y aguantá a ese negraco, comiendo pollo frito, bebiendo servesa y orutando sin una alegría pal cuerpo ha desgastao mi relasión. Asín que le he dicho. "Pite, ahí te quea con tu puñetero Tío Sam, que yo me vuelvo pa mi casa. Y asquí estoy".
- Ve, Carmelo, mi hija está de vuelta. ¡Qué alegría! -me dijo mi Chari. Y continuó en diresión a la Vane- Ponte algo que nos vamo a ir de compra. Y despué nos vamo a sená en el Nono.

Se fueron y me dejaron en casa con mile de pregunte. Pero ¿no se iban a casá? ¿No querían un convite? ¿No estaban buscando un niño? Y, sobre tó, ¿no tiene que quearse la Vane enserrá en mi casa en cuarentena? No volvieron hasta las tanta de la noche con un medio colocón de amba que noté por el hecho coyunturá de que no atinaban con la llave y mi Sergio tuvo que levantarse a abrí. Asín que, aserté en la predisión: la gripe mejicana ha llegao a Cádi y me ha afestao. Direstamente. Sólo espero no cogerla.

3 comentarios:

Borja Cegato dijo...

Con lo tranquilo que tú estabas Carmelo, miralo por el lao bueno por lo menos no viene preñá y en vez de una hubieran vuelto dos.

Cuidate de la gripe y un saludo.

maruja dijo...

¡¡¡ sabia decisión la de la Chari y la Vane!!! es bien sabido que el alcohol lo desinfecta todo y ellas fueron a acabar con tos los microbios. Tranquilo Carmelo, ahora si que esta tu casa limpia como una patena de virus y demás zarandajas. ja, ja ja.

manolo rubiales dijo...

ná, esto no es ná, de aquí a cuatro mareas ya está la Vane otra vé comiendo morcón de Jabugo embuchao en tripa negra.

nabrazte Carmelo

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